Las administraciones de Estados Unidos y México han logrado detener el flujo masivo de migrantes en la frontera común, según han confirmado activistas y migrantes. Las medidas disuasivas implementadas por el presidente Joe Biden, con el apoyo de México, han reducido las cifras de detenciones a mínimos históricos.
Desde junio, las nuevas restricciones al asilo han complicado el proceso para los migrantes, quienes ahora deben utilizar una aplicación móvil para conseguir una cita y solicitar asilo. El tiempo de espera puede llegar a ser de ocho a nueve meses, lo que ha generado frustración entre los solicitantes.
En medio de la campaña electoral en Estados Unidos, tanto Kamala Harris como Donald Trump han prometido mano dura en la frontera. Mientras que Trump insiste en la existencia de una crisis migratoria, las cifras actuales reflejan lo contrario, con una drástica disminución en el número de migrantes que cruzan de manera irregular.